La mitad de los estudiantes de Chile, Colombia, México, Perú y República Dominicana no logra demostrar algún conocimiento específico y comprensión sobre las instituciones, sistemas y conceptos cívicos y de ciudadanía. Estas son las conclusiones a nivel regional del IEA Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana (ICCS 2016), siendo estos cinco países los de menor desempeño dentro de los 24 sistemas educativos analizados.
Estos datos y el reto regional que representan fueron comentados durante la transmisión en línea de un evento regional sobre este estudio, realizado el 8 de noviembre de 2017 por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA, en inglés International Association for the Evaluation of Educational Achievement), en colaboración con la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago).
El estudio ICSS 2016 fue aplicado a alumnos de secundaria baja durante 2015, evidenciando la dinámica de los países en este tema desde 2009. Participaron 24 sistemas educativos de Asia, América y Europa y es la única pesquisa a gran escala que indaga en competencias y actitudes cívicas de las y los jóvenes.
Cinco países, niveles de desempeño
Mientras que, en promedio y considerando los 24 sistemas educativos de la muestra, dos tercios de los estudiantes se encuentran en los dos niveles de desempeño más alto (A y B), en los cinco países participantes de la región ese promedio desciende a cerca de un 40%.
La realidad entre los cinco países no es homogénea. Perú y República Dominicana presentan un porcentaje de estudiantes mucho mayor en los niveles de desempeño más bajo (C, D y bajo D), de manera que más de un 60% de sus estudiantes se encuentran en estos niveles, a diferencia de Chile, Colombia y México donde ese porcentaje llega al 49%. Esto significa que aproximadamente la mitad de los estudiantes de los países participantes de la región no logra demostrar algún conocimiento específico y comprensión sobre las instituciones, sistemas y conceptos cívicos y de ciudadanía.
Variación con respecto al estudio anterior ICSS 2009
Pese a estos resultados en la medición 2016, los países no disminuyeron significativamente su puntaje respecto a la medición del año 2009 (en la que Perú no participó). Destaca el caso de Colombia, con un incremento de 20 puntos promedio, que lo ubica en el 7° lugar respecto a alza de puntos promedio dentro de la muestra. México presenta también un incremento significativo de 15 puntos promedio. República Dominicana (+1) y Chile (-1) no presentaron variaciones significativas.
Colombia (+10%) y México (+9%) se encuentran entre los 6 países de la muestra con mayor incremento en el porcentaje de estudiantes, cuyo nivel de desempeño es A o B. República Dominicana se sitúa en la mitad inferior de la tabla con un incremento del 4% y Chile tiene un incremento del 2%, el cual no es significativo. El caso de Colombia es especialmente interesante dentro de los países latinoamericanos pues con este incremento logra ubicar a más de la mitad de sus estudiantes en los dos niveles más altos de desempeño (52.8%), casi alcanzando el porcentaje de Chile (53.1%), que es el país latinoamericano mejor posicionado en esta categoría.
Respecto a estos resultados regionales, Cristián Cox, director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales y miembro del comité asesor del Proyecto ICCS 2016, comentó que esta versión del estudio es interesante ya que instala la pregunta sobre qué ocurrió en los sistemas escolares de México y Colombia entre 2009 y 2015 para este notable aumento de porcentaje de estudiantes en niveles de desempeño superiores, y agregó que vale la pena que expertos exploren esta interrogante.
Otras variaciones respecto a características de contexto:
Género: Mientras que, en promedio, los países participantes muestran un resultado favorable para las mujeres (25 puntos por sobre el puntaje promedio de hombres), en los países latinoamericanos, Colombia y Perú logran disminuir esta brecha con diferencias de 9 y 6 puntos, respectivamente. Estos resultados son aún más destacables al considerar que 16 de los 24 países participantes tienen brechas de al menos 20 puntos de diferencia. Por otro lado, Chile (24), México (21) y República Dominicana (29) se encuentran dentro del promedio de la muestra internacional.
Inmigrantes: La brecha promedio de puntajes entre población no-inmigrante e inmigrante es de 44 puntos en la muestra completa. Tres de los cinco países latinoamericanos superan esta brecha: México (52), Perú (83) y Colombia (116) siendo este último el que tiene una brecha de casi 3 veces la correspondiente al promedio de los países participantes. Chile (26) y República Dominica (23), por otro lado, tienen brechas menores al promedio. El porcentaje de estudiantes inmigrantes, sin embargo, es bastante menor en los países de América Latina, comparado con el promedio del total los países participantes, que corresponde a un 7%, puesto que en ningún caso se supera el 3%.
Contexto socioeconómico: En el promedio de la muestra total la variable que más diferencias produce es el número de libros en el hogar, con 56 puntos promedio, mientras que la ocupación de los padres produce una brecha promedio de 35 puntos entre ambos grupos. En el caso latinoamericano, la educación de los padres es en Chile (58), República Dominicana (46) y México (45) la que más diferencias genera entre los dos grupos estudiados. En el caso de Perú, la brecha es de 49 puntos, pero superada por el número de libros en el hogar. Sólo Colombia rompe la tendencia de los países latinoamericanos con apenas 19 puntos de diferencia cuando se separa por educación de los padres. En este país, al igual que en Perú, el número de libros es la variable que más brecha genera.
Otros hallazgos
El estudio arrojó, por ejemplo, que Chile y Perú comparten enormes grados de desconfianza de sus jóvenes con el gobierno, el poder legislativo y judicial. Wolfram Schulz, director de Investigación de ACER's International Surveys Research Program indicó que este fenómeno se enmarca en el aumento del conocimiento cívico en los países participantes de la región, pero que existe una correlación negativa respecto a mayor conocimiento cívico y participación política activa. Al respecto, Elisa Salinas de la Agencia de Calidad de la Educación de Chile, indicó en su presentación que esta falta de confianza puede explicarse por la mayor percepción de corrupción en dichos países, por lo que la educación cívica y ciudadana “es un gran desafío para nuestro sistema educativo”, agregó.
Estos resultados, entre otros, relevan la prioridad que debe darse a estos tipos de contenidos en los currículos de los países de la región. Así lo destaca Atilio Pizarro de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago): “necesitamos educación para la ciudadanía y los docentes son agentes clave para para lograr ciudadanos de un mundo plural, interdependiente e interconectado”. Pizarro enfatizó que este enfoque requiere revisión de marcos curriculares, contenidos de enseñanza y aprendizaje, pedagogías, materiales, prácticas en el aula, así como también metodologías y sentidos de las evaluaciones, formación docente, desarrollo profesional, liderazgo y gestión.
Al mismo tiempo señaló que “esperamos fortalecer y ampliar alianzas estratégicas para generar mecanismos de evaluación comprehensivos. En el trabajo del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE, coordinado por la OREALC/UNESCO Santiago) y de la IEA reconocemos ámbitos de mutuo enriquecimiento para ampliar contenidos, cobertura e incidencia de sus respectivos ámbitos de trabajo, para aportar al objetivo común de avanzar en la Agenda E2030.”