¿Qué significa “discernimiento”?
La palabra discernir es sinónimo de juicio, distinguir, comprender, es decir, cuando una persona discierne algo debe juzgar, distinguir lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto y ser prudente en su manera de actuar.
Lo contrario de discernimiento es imprudencia, inocencia, insensatez, irreflexión, etc., es decir, cuando alguien no es capaz de hacer un juicio cabal sobre una situación sin apreciar las consecuencias de sus actos.
Aprender a discernir
Para aprender a discernir tenemos que dominar la mente, nuestros impulsos más arcaicos y nuestro temperamento básico; o sea, ser dueños de nosotros mismos.
Es necesario también controlar nuestra intolerancia, impaciencia e ira.
Debemos ser capaces de detenernos antes de actuar impulsivamente y considerar con serenidad los acontecimientos, porque el problema no es lo que pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.
Aspectos generales
La capacidad de discernimiento es lo que nos permitirá actuar con moderación y no dejarnos llevar por el egoísmo, la codicia, la ambición desmedida o la envidia.
El discernimiento nos lleva a reflexionar antes de actuar y a ser más conscientes de todo lo que hacemos.
Tipos de discernimiento
Para muchos autores, existen dos tipos de discernimiento: el discernimiento espiritual o cristiano es el que utiliza a la Biblia como base, criterio, modelo o autoridad, para poder distinguir entre lo que es "bueno" y lo que es "malo", desde el punto de vista de Dios, y también está el discernimiento filosófico, el cual se apoya en patrones de conducta establecidos, que ayudan a distinguir entre lo que es "bueno" y "malo", desde el punto de vista del hombre, basado en la observación del comportamiento humano y en sus motivaciones y pensamientos.