Escribir es una de los aprendizajes más importantes en la vida de una persona, pero a diferencia de antes, ahora podemos escribir de múltiples formas. La primera de ellas es cuando tomamos un lápiz y dibujamos las letras en un papel.
Al principio el trazo es complejo, nos cuesta seguir un camino tan determinado y que es probable que incluso carezca de sentido para nosotros. Dibujar las letras es muy importante, y podemos hacerlo de muchas formas, con un lápiz, con el dedo untado en pintura, con el dedo sobre una bandeja con sémola, con porotos alineados unos tras otros siguiendo un trayecto en forma predeterminada, con lana pegada, con fideos que suplantan los trazos, etc.
Son muchas las formas, texturas y colores que pueden acompañar el ejercicio de dibujar las letras, MAYÚSCULAS o minúsculas, imprenta o manuscrita. Las letras tienen el encanto de mostrarnos el camino hacia el lenguaje escrito. Escribir sirve para muchas cosas, pero lo primero para lo que nos va a servir es para divertirnos, porque el lenguaje es primero que nada diversión, y luego comunicación. Cuando somos muy muy pequeños, tan pequeños como para aún no saber decir ninguna palabra, lo que hacemos es jugar con la sonoridad que logramos emitir, el balbuceo es un juego exploratorio y de ejercitación necesario para la adquisición de lenguaje.
Pero claro es que una vez dominado, la oralidad es la gran plataforma de expresión, todo lo podemos decir y nos satisface. Pero cuando llega el momento de la escuela, entonces escribir se hace necesario, y en la medida que incorporamos las primeras nociones de escritura, paralelamente se desarrolla la capacidad de lectura. Escribir permite leer y leer permite escribir, por eso se habla del proceso de la lectoescritura, eje fundamental de la educación básica en su primerísima etapa.
Pero lo más importante del proceso de la lectoescritura es que se abre la tremenda posibilidad de comprender muchos textos que nos van a llevar por muchísimos caminos en el pensamiento y la acción además de comunicarnos del particular modo que tenemos aquellos que nos gusta leer y escribir.
Por ejemplo:
Podemos comunicarnos mediante una carta escrita a mano o en un computador.
Podemos leer la respuesta a esa carta y escribir una nueva carta.
Podemos escribir un mensaje privado para decirle algo a alguien sin que nadie más lo sepa.
Podemos dejar mensajes secretos que digan te quiero mucho, recuérdame siempre, o ¿seamos amigos?
Podemos hacer una lista con aquellas cosas que necesitamos recordar, comprar o llevar a otro lugar.
Podemos organizar una divertida venta de garaje con aquellas cosas que ya no ocupamos, y así reunir dinero para comprar algo nuevo que estemos requiriendo.
Son muchísimas las cosas que podemos comenzar a hacer si ya hemos aprendido a escribir, por ejemplo hacer puzzles, jugar al ahorcado o al bachillerato.
Fuente: Icarito